Por Estefanía Navarrete (*)
Quién nos iba a decir cuando estábamos tragando uvas como si no hubiera un mañana, que íbamos a tener, precisamente, un mañana tan complejo e incierto.
Estamos ante una pandemia mundial que ha segado la vida de muchas personas.
Hoy seguimos luchando contra UN VIRUS LETAL. Y hablo de “un virus”, por tanto, "el virus" que, no sé en qué momento se convirtió en "la virus" por aquello de "LA COVID". Dice la RAE que es en femenino si se refiere a "la enfermedad" y en masculino si se refiere "al bicho", pero a mucha gente de enjundia le gusta ahora el femenino. Me parece del todo curioso ese cambio de artículo que, vamos a suponer, ha sido sin acritud.
Pueden imaginar la alegría que siento, compartida con toda la ciudadanía, de que ya exista una vacuna futurible para el virus Covid-19 pero, me produce una fuerte tristeza que no seamos capaces de inocularnos como sociedad otra vacuna que ya existe y que, además, está en nuestras manos: Una vacuna contra EL MACHISMO.
La magnitud de esta pandemia debe ayudarnos a no olvidar la existencia de esta otra que llevamos siglos soportando y contra la que, por desgracia, no se anuncian vacunas a corto plazo, más bien, se oyen nuevos discursos "casposos" que nos trasladan a épocas pasadas pero que afloran como setas en octubre.
Quizá seguimos teniendo un terreno muy bien abonado para este tipo de afirmaciones. Este virus con artículo masculino, sigue teniendo nombre de mujer.
* 1.074 mujeres asesinadas
* 646 mujeres bajo protección del equipo GAMA de la Policía Local de València
Un delito que supone 1/3 de todas las detenciones de la Policía local de València.
Como dice el profesor Lorente: ¿Qué estamos haciendo mal para que cada año haya una media de 50 o 60 nuevos hombres, yo diría que nada nuevos, que asesinen a sus parejas o ex-parejas? Necesitamos reflexionar como sociedad sobre ello.
La vacuna contra el machismo no está en las grandes farmacéuticas; está en nuestros espacios, en nuestros trabajos, en nuestras relaciones sociales, en nuestros colegios.
La vacuna contra el machismo es sin duda LA EDUCACIÓN EN VALORES como la igualdad, el respeto y la tolerancia.
Seguiremos confiando en que esta sociedad salga reforzada de este gran reto y podamos reflexionar sobre otros grandes desafíos que las sociedades actuales deben afrontar, más si cabe, las que se proclaman sociedades democráticas .
Porque no hay DEMOCRACIA sin IGUALDAD.
Comisaria Policía Local (PLV)
(Colaboración ante el 25N de 2020). Este artículo fue publicado también en el diario Levante-EMV https://tinyurl.com/y6nvsu4u
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