Por J.Conesa
Hay un debate que como el rio Guadiana, de tarde en tarde surge y se apaga sin llegar a cuajar, ni encauzarse adecuadamente relativo al modelo policial y más en concreto al modelo de policial valenciano.
La vigente Ley 17/17 de Coordinación de Policía Local nos anuncia que “la Ley… sienta las bases para construir un futuro cuerpo de policía autonómica que, aprovechando la experiencia de coordinación de los cuerpos de Policía Local, permita obtener economías de escala, al tiempo que asegure que el hecho de vivir en municipios diferentes no supone ninguna merma en la capacidad de las personas para disfrutar de los mismos derechos y oportunidades.”
La Ley Orgánica 2/86 aún vigente, diseñó un modelo policial español basado en esencia en los siguientes aspectos: La seguridad como competencia exclusiva del Estado y su garantía compartida con las distintas administraciones. Dos cuerpos policiales, uno militar (pese a llamarse civil) dependiendo directamente de la administración estatal. Cuerpos de policía autonómicos (en aquellas comunidades que lo tengan contemplado en sus estatutos respectivos). Y una diversidad enorme de cuerpos de policía local a lo largo y ancho de todo el país dependientes de cada administración local.
En este marco, la situación valenciana sigue siendo la siguiente: Por un lado presencia de los dos cuerpos policiales del Estado (más de 14.000 efectivos), Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil y por otro, cuerpos de policía local (algo más de 10.000 agentes) en todos los municipios de más de 5.000 habitantes y en muchos que sin llegar a esta cifra han obtenido autorización para crear cuerpo propio, total cerca de 25.000 efectivos de seguridad pública.
En el ámbito de las competencias autonómicas, cabe señalar que el Artº 55 del Estatut (como el art 36 del primer Estatut), establece de manera imperativa la creación del cuerpo propio de policía valenciano. Algo que nos permitiría apostar, por economizar en estructuras y organización, por simplificar el entramado policial, y por ende hacerlo más eficaz y eficiente.
Sin embargo, los sucesivos gobiernos valencianos han optado por congelar la posibilidad de crear un cuerpo propio y acceder a la cesión administrativa y funcional de una Unidad del Cuerpo Nacional de Policía para acallar a los que reclamaban el desarrollo estatutario.
Como se ve, un panorama complejo, parecido al de otras comunidades autónomas, pero en las que el modelo policial preocupa tanto que el tema de la seguridad pública, es motivo de debates, de acuerdos o desacuerdos, pero se avanza sobre la base de la distribución territorial de competencias y la especialización en los cometidos.
Mientras, aquí, el timido paso anunciado en la Ley 17/17 mencionada, no ha supuesto en 5 años ninguna decisión política ni administrativa, no se ha propiciado el debate ni los estudios pertinente que pudieran demostrar una voluntad proactiva. Y ahora, ¿Qué podemos esperar de un Gobierno Valenciano que no considera la seguridad de valencianos y valencianas un tema de su competencia?
Tener policía propia, capaz de actuar en todo el territorio con eficacia, solucionando los problemas de seguridad donde hoy no se llega, requiere apuntar hacia la verdadera solución. Tal vez la que venimos planteando desde 1986: La ley estatutaria prevista, la Ley de Policía Valenciana, que además incorpore a los cuerpos de policía local, y simplifique el panorama policial en el País Valencià.
Publicado igualmente en el diario Levante-EMV:
https://www.levante-emv.com/opinion/2024/05/14/modelo-policial-valenciano-102327645.html